La caída del yen japonés se está convirtiendo en una de las historias macro más importantes de 2022, con la divisa perdiendo un 11 % frente al dólar estadounidense y llegando a niveles vistos por última vez hace más de 20 años. Pero con todo el mundo apostando fuerte contra el yen, ¿es hora de ir en contra de la tendencia y comprar en la caída? Vamos a darle un vistazo.
¿Por qué el yen ha caído tanto estos meses? 💀
Toda la situación que se ha desarrollado durante estos últimos meses con el conflicto de Ucrania han provocado que el yen se haya visto afectado por varias razones:
Los inversores simplemente están sacando su dinero de Japón. Esto se debe a que, si bien los tipos de interés están creciendo considerablemente en casi todo el mundo, se mantienen en niveles mínimos en el país nipón. Esto se debe a que el Banco de Japón (BoJ) ha estado implementando una versión aún más extrema de flexibilización cuantitativa llamada «control de la curva de rendimiento» (YCC).
Consiste no solo en mantener bajos los tipos a corto plazo, sino también en limitar explícitamente los tipos a largo plazo. Dado a que los inversores pueden ganar mucho más interés en sus inversiones en otros sitios, están huyendo de Japón, lo que aumenta las presiones de venta sobre la divisa.
Ahora, incluso sin el control de la curva de rendimiento en vigor, vale la pena señalar que la economía de Japón se encuentra en un lugar muy diferente al del resto de los países del G7: su crecimiento económico es mucho más bajo y su inflación mucho más moderada, dada la batalla de años de Japón contra la deflación. Eso ha llevado a los inversores a poner una probabilidad muy baja en cualquier cambio en el BoJ, creando una apuesta unidireccional contra su moneda.
Es más, los tipos de interés bajísimos han convertido al yen en la moneda de financiación preferida para las operaciones de carry trade. Estas son operaciones de cambio de divisas populares en las que los inversores venden el yen frente a monedas de mayor rendimiento como el dólar australiano, lo que les permite ganar la diferencia de rendimiento entre los dos.
Y dado que están vendiendo el yen, el valor de la moneda ha estado bajando más y más. Los especuladores y los seguidores de tendencias han exacerbado aún más la caída: al subirse al carro para beneficiarse de la caída del yen, han empujado a la moneda más rápido hacia el fondo.
¿Ha caído el yen demasiado, demasiado rápido? 🎢
Es una posibilidad. La caída del yen ha sido pronunciada y ha caído frente a varias monedas, no solo frente al dólar estadounidense. Y su tipo de cambio real efectivo actual (REER, por sus siglas en inglés), el valor de la moneda frente a un promedio ponderado de sus principales socios comerciales, es de casi tres dólares de desviación por debajo de su promedio reciente. Eso sugiere que los precios podrían haber sobrepasado sus fundamentos y aumenta las probabilidades de un repunte.
El yen también se considera la moneda del G10 más infravalorada frente al dólar, según su «paridad de poder adquisitivo», una medida de cuánto puede comprar la moneda de un país. Ahora bien, la valoración por sí sola no es motivo suficiente para realizar una inversión. Pero con el yen tan bajo, no puedo ver demasiados escenarios (aparte de las tasas de interés de EE. UU. por las nubes) que podrían causar que el yen se debilite aún más. De hecho, diría que la balanza de riesgos está cambiando.
¿Por qué podría subir el yen? 🧗🏽♂️
Hay varias razones por las que el yen podría estar próximo a un movimiento ascendente:
(i) En primer lugar, los mercados pueden estar subestimando los riesgos de un cambio de política. Claro, un yen débil puede ser positivo para la economía, pero no si se debilita demasiado. Si las presiones inflacionarias reducen demasiado el gasto de los consumidores o las ganancias corporativas, habrá más presión para que el Bo revierta el curso de su política monetaria ultra acomodaticia.
Y eso podría tomar dos formas:
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El BoJ podría relajar su programa de control de la curva de rendimiento subiendo el nivel de rendimiento o cambiando el vencimiento de los bonos a los que apunta.
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El Ministerio de Finanzas podría intervenir en los mercados de divisas directamente, ya que un yen más alto sería otra forma de luchar contra las presiones inflacionarias.
El mercado ni siquiera necesitaría ver una acción decisiva para que la moneda reaccione: un ritmo acelerado de esa narrativa debería ser suficiente para poner un piso debajo del yen.
(ii) En segundo lugar, no tiene pinta que la rentabilidad de los bonos estadounidenses y los precios de las materias primas sigan aumentando al mismo ritmo. De hecho, los riesgos para el crecimiento económico están empañando sus perspectivas. Eso significará menos presión sobre la Reserva Federal para subir las tipos de interés agresivamente, lo que hará que los activos estadounidenses sean menos atractivos. Incluso una pausa en el repunte de los rendimientos y de los precios de las materias primas probablemente sería suficiente para desencadenar un repunte de alivio para la moneda japonesa.
(iii) En tercer lugar, los aspectos técnicos del yen podrían acelerar un cambio favorable. Los inversores podrían empezar a obtener ganancias en los niveles actuales y podrían empezar a aparecer inversores de valor a más largo plazo. Eso restablecerá cierto equilibrio entre la oferta y la demanda y ayudará a estabilizar la moneda.
Además, un entorno macroeconómico más incierto probablemente aumentará la volatilidad, lo que hace que la vida sea más difícil para las divisas de mayor rendimiento y podría obligar a los inversores a cerrar sus operaciones de carry trade. Y, por último, el yen se cotiza actualmente cerca de los niveles de soporte clave frente al dólar estadounidense, lo que debería respaldar la moneda.
¿Y cómo podemos aprovechar esta situación? 💡
Inicialmente podemos comprar el yen japonés, lo que parece una oportunidad atractiva en el mediano plazo, dado que en las próximas semanas podrían ofrecer algunos puntos de entrada jugosos, potenciado por una reunión del BoJ y algunas publicaciones de datos económicos importantes para las siguientes semanas.
Pero, ¿qué moneda deberías vender para comprar el yen? La opción más limpia probablemente sería vender una canasta de monedas asiáticas, aunque eso puede ser complicado de realizar. Entrar en corto el dólar estadounidense también tiene sentido: el dólar es una de las monedas más sobrevaluadas que existen y la más fácil y barata de operar.
Si en cambio, tenemos una visión bajista de la economía global, o queremos utilizar la operación como cobertura de cartera contra una recesión, también podríamos considerar vender divisas de mayor rendimiento como el dólar australiano o el dólar canadiense, una operación que debería pagar bien en un entorno de aversión al riesgo. Podemos realizar la operación a través del mercado al contado o mediante derivados como contratos por diferencia.
Si solo queremos operar con acciones y no tenemos una formación en inversión previa, nuestras opciones son más limitadas, pero hay un ETF que nos permite ganar exposición a un yen más alto frente al dólar: Invesco Currencyshares Japanese Yen Trust (FXY). Eso si, tiene una tarifa bastante alta (0,40%), por lo que puede que no sea una gran opción a largo plazo.
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